ACT Consulting Group
Experts in Human Capital
Registro Único de Proveedores del Gobierno de Puerto Rico: 202561897
Número de Seguro Social Patronal: 66-1111784
Quiénes Somos
Somos la única firma de consultoría en Puerto Rico dedicada exclusivamente a (re)diseñar experiencias de capacitación laboral que fortalecen el cumplimiento, la eficiencia y el desempeño del capital humano en los sectores público y privado.
Contamos con el Registro Único de Proveedores (RUP) de la ASG, lo que nos permite colaborar oficialmente con agencias gubernamentales y entidades públicas en todo Puerto Rico.
Nuestros Servicios
Consultoría
Asesoramos a Recursos Humanos y a la Gerencia en la planificación y optimización de sus estrategias de capacitación.
Diseño Instruccional
Creamos adiestramientos a la medida que combinan ciencia, experiencia y participación activa.
Teatro Corporativo
Utilizamos herramientas teatrales para facilitar reflexión, comunicación y colaboración, creando experiencias de aprendizaje más humanas y memorables.
Nuestros Diferenciadores
Experiencia federal comprobada
Contamos con más de 20 años de experiencia trabajando bajo estándares y regulaciones del gobierno federal, lo que nos permite diseñar capacitaciones alineadas con políticas públicas, cumplimiento institucional y excelencia operativa.
Aprendizaje Experiencial
Transformamos la capacitación en una experiencia viva.
Aplicamos metodologías activas —como simulaciones, dramatizaciones y ejercicios prácticos— que conectan la emoción con el conocimiento y permiten que los participantes aprendan haciendo.
Aplicamos metodologías activas —como simulaciones, dramatizaciones y ejercicios prácticos— que conectan la emoción con el conocimiento y permiten que los participantes aprendan haciendo.
Impacto Medible y Auditable
Aplicamos metodologías Kirkpatrick y modelos de ROI que convierten la capacitación en resultados cuantificables, alineados con auditorías y métricas institucionales.
Liderazgo Reconocido Internacionalmente
Nuestra trayectoria abarca proyectos de capacitación y consultoría en Estados Unidos, Colombia y Puerto Rico, aplicando las mejores prácticas globales al desarrollo del talento local.
¿Qué es el Teatro Corporativo?
El teatro corporativo es una metodología de aprendizaje experiencial que utiliza escenas, simulaciones y herramientas teatrales para representar situaciones reales del trabajo. Esta técnica permite que los equipos observen comportamientos, dinámicas y retos cotidianos desde una nueva perspectiva, facilitando la reflexión colectiva sin señalar a nadie en particular.
Su propósito no es el entretenimiento, sino el desarrollo del talento. Al activar la emoción y la identificación personal, el teatro corporativo mejora la comprensión del mensaje, promueve conversaciones difíciles de manera segura y fortalece habilidades como comunicación, empatía, trabajo en equipo y manejo del estrés. Es una intervención estratégica que ayuda a transformar la cultura laboral desde la experiencia directa y humana.
Nuestro Marco Metodológico: ADDIE
En ACT Puerto Rico, cada programa se construye sobre el modelo ADDIE, un marco internacionalmente reconocido que asegura que la capacitación se traduzca en desempeño y resultados medibles. ADDIE es un proceso continuo que nos permite diseñar, implementar y evaluar cada iniciativa de formación con precisión. Sus cinco fases garantizan la efectividad del aprendizaje:
Analizar
Identificamos las causas de las brechas de desempeño mediante diagnósticos organizacionales, entrevistas y revisión documental, para comprender el contexto y los objetivos.
Diseñar
Estructuramos experiencias de aprendizaje con objetivos claros, estrategias efectivas y metodologías alineadas a los resultados esperados, adaptadas a cada institución.
Desarrollar
Creamos materiales, guías y recursos interactivos, adaptando tecnología, contenido y formato al perfil del público y a su estilo de aprendizaje.
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Implementar
Ejecutamos programas en modalidades presencial, virtual o híbrida, promoviendo la práctica y la transferencia del aprendizaje al trabajo diario.
Evaluar
Medimos el impacto del aprendizaje utilizando modelos como Kirkpatrick y ROI, entregando evidencia auditable que demuestra el retorno de la inversión en formación.
Este modelo nos permite convertir la capacitación en estrategia, garantizando que cada proyecto esté alineado con los objetivos institucionales, fortalezca el capital humano y genere desempeño sostenible.
¿Qué es el Diseño Instruccional?
El diseño instruccional es la disciplina que se encarga de planificar, estructurar y desarrollar experiencias de aprendizaje que permitan a las personas adquirir conocimientos, habilidades y conductas necesarias para desempeñarse mejor en su trabajo. Se basa en modelos educativos y evidencia científica para asegurar que el aprendizaje sea relevante, práctico y aplicado a la realidad del puesto.
En el contexto organizacional, el diseño instruccional se utiliza para alinear la capacitación a los objetivos del negocio, identificar brechas de competencias, seleccionar estrategias efectivas (simulación, talleres, contenido digital, coaching) y evaluar si lo aprendido realmente se está aplicando. Su propósito no es solo enseñar, sino generar cambios medibles en el desempeño laboral.
Misión
Nuestra misión es diseñar y ejecutar estrategias de capacitación para organizaciones gubernamentales y del sector privado, asegurando que cada adiestramiento sea práctico, relevante y produzca resultados reales.
Visión
Nuestra visión es transformar la manera en que se capacita en Puerto Rico, estableciendo un nuevo estándar de aprendizaje práctico, medible y orientado a resultados.
El Costo de No ACTuar
Cada año, las organizaciones pierden miles de dólares en talleres que no cambian conductas. El resultado: personal desmotivado, procesos lentos y hallazgos en auditorías.
Los 10 errores más comunes que cometen los líderes al capacitar a su personal
En ACT Puerto Rico hemos observado que muchas organizaciones —públicas y privadas— invierten en adiestramientos que no generan resultados porque repiten los mismos errores. Estos son los más frecuentes… y los que más cuestan:
- Confundir “adiestrar” con “enseñar” Capacitar no es solo transmitir información, sino provocar un cambio de conducta y desempeño. La diferencia entre “hablar” y “enseñar” es la intención pedagógica y la estructura del aprendizaje.
- Vaciar contenido en PowerPoint Llenar diapositivas con texto no es capacitar. El exceso de contenido visual sin propósito genera saturación cognitiva y poca retención. Un diseño instruccional efectivo traduce la información en experiencias activas, participativas y memorables.
- Contratar facilitadores que entretienen, pero no educan Un adiestramiento no es un espectáculo. Divertir no es enseñar. Cuando el facilitador no tiene base pedagógica ni dominio de la metodología, el resultado es entusiasmo temporal… sin aprendizaje duradero.
- No diagnosticar las verdaderas necesidades Diseñar un taller sin entender el problema que se intenta resolver es como recetar sin diagnosticar. El diseño instruccional comienza con análisis, no con diapositivas.
- Elegir temas genéricos o de moda “Liderazgo”, “motivación”, “trabajo en equipo”… sin conexión con indicadores reales de desempeño terminan siendo charlas inspiracionales, no programas de desarrollo.
- No vincular la capacitación con los objetivos institucionales El aprendizaje debe alinearse al plan estratégico, los KPIs y las políticas de cumplimiento. De lo contrario, el adiestramiento se vuelve irrelevante y no genera valor medible.
- Medir el éxito solo por la asistencia Llenar un salón no equivale a aprender. Evaluar solo la asistencia ignora lo más importante: ¿hubo transferencia al trabajo? ¿mejoró el servicio o el cumplimiento?
- Ignorar la transferencia del aprendizaje Sin seguimiento, refuerzo ni apoyo del supervisor, el 80% de lo aprendido se olvida en menos de un mes. La capacitación efectiva incluye estrategias post-adiestramiento.
- No evaluar el impacto ni el retorno de inversión Pocas organizaciones aplican modelos de evaluación como Kirkpatrick o ROI. Sin medición, no se puede demostrar el valor del adiestramiento ni justificar la inversión ante auditores o alta gerencia.
- Creer que capacitar es un gasto, no una estrategia La capacitación no es un gasto administrativo: es una inversión estratégica que fortalece el cumplimiento, la productividad y la cultura organizacional.
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